martes, 17 de agosto de 2010

cobertura stryper y logos en argentina!!!







Fecha: 2010-08-14


Lugar: El Teatro de Flores, Av Rivadavia 7800, Capital Federal


Bandas: Logos, Stryper


“Salvación a través de la redención, cultivando la paz, el coraje y la rectitud”. Bajo esa sabia frase, una de las bandas más representativas del metal americano de los ochentas pisaba suelo argentino por primera vez en el marco de una gira que celebrara el otrora veinticinco – actualmente veintiseis – aniversario de aquellos cuatro rockeros que dedicaron toda una carrera a predicar la palabra de su creador. Y con qué éxito. Cultivando fanáticos tanto del Heavy más tradicional como del Hard Rock más seductor, “Stryper” ponía una vela más sobre el pastel para protagonizar junto a seguidores de todas las generaciones y creencias una fiesta que probablemente nadie pueda olvidar.

Sin embargo, primero lo nacional. Y quién mejor para ocupar este puesto, embuido de honor, que los locales de “Logos”, leyendas y referentes de la escena metalera cristiana local. Con un “¡buenas noches, Flores!” Alberto Zamarbide se apropió del micrófono ante la euforia generalizada. Porque justamente uno de los puntos a resaltar de la noche fue la cálida bienvenida que recibieron estos músicos, algo que no suele apreciarse en casi ningún recital encabezado por bandas foráneas (remitámonsnos a la fría recepción que obtuvieron por parte de los presentes en Opeth el año pasado...). Y, como era de esperarse, el calor recibido hizo que la performance de estos cuatro, que súbitamente arremetieron con “Marginado”, fuera excepcional. Un pogo instantáneo los acompañó sin cesar hasta el final, tanto en los temas clásicos como en aquellos que cuentan con apenas algunos años: “Darse Cuenta” fue ejemplo de ello, empujado por el machaque de Miguel Roldán y los arreglos siempre virtuosos de Walter Scasso. Un Zamarbide eléctrico no se ausentó ni siquiera cuando el protagonismo se centraba en su fiel compañero de años tras la guitarra, mostrándose casi fuera de sí al poner su garganta al máximo.

“Arden en el Cielo”, explosivo como la mismísima performance tras los parches de Marcelo Ponce, dio pronto paso a “Miedo a la Libertad” con todo el carisma de este líder indiscutido centrado en transmitir ese mensaje que, esta noche, era compartido plenamente por los invitados de honor. El grito de resistencia tuvo también su lugar para cuando “No te Rindas” aparecía como el próximo de la lista, aquel que nos insta a ser perseverantes y luchar contra viento y marea por nuestros ideales, a pesar de todo y de todos. Ya para “Muerte Sin Gloria” Roldán se acomodó a un ritmo más lento con un riff más pesado, para abarcar un tema tan denso como lo es el suicidio. Pero no por eso iban a dejar de lado lo logrado en su última producción “Plan Mundial Para la Destrucción”: “Viaje a la Realidad” y “Rescatando lo Perdido” hicieron allí su aparición para que no nos olvidemos de lo mucho que Logos tiene para ofrecer a sus seguidores, dentro y fuera del espectro religioso. Un final a puro clásico, para nosotros, los nostálgicos que nos resistimos a olvidar su fructífero pasado: “Ven a la Eternidad”, “Confusión Mental”, “A Través de los Tiempos” y el cierre con “Como Relampago en la Oscuridad”.

Con el público ya prendido fuego, era un poco más fácil comenzar. Pero no por ello los muchachos de “Stryper” se confiaron, razón por la cual salieron dispuestos a no dejar a nadie sin saltar. Ni bien las cortinas se abrieron, las franjas negras y amarillas iniciaron una danza que se extendería por una hora y media sin interrupciones de ningún tipo. Con Oz Fox y Timothy Gaines ya firmes ante sus respectivos micrófonos, la cara y voz de estos estadounidenses, que marcaron una época a sangre y fuego, dio la señal precisa para que este gran festejo finalmente comenzara. Ya desde el principio, Michael Sweet tuvo que hacerse a la idea de que éste sería un público muy diferente a aquel al que están acostumbrados los estadounidenses y más aún los europeos. Toda la emoción de un Teatro de Flores re-ple-to los recibió en un abrazo confundido entre saltos, pogo y... ¡vinilos en alto! ¿No les dije yo que era esta una banda que transgredía toda barrera generacional? “Murder By Pride” nos mostró entonces que los años no han hecho mella en estos buenos cristianos quienes, haciendo un correcto balance entre el Heavy y el Hard Rock, revivieron en un emotivo set lo mejor de toda su carrera. Regresando a 1983, “Loud N´ Clear” nos sorprendió con un arranque neoclásico en donde Sweet y Fox se unieron con una coordinación impecable en un dúo de gemelas veloces, rabiosas y técnicamente impecables. Dispuestos a dejar todo en escena, inmediatamente engancharon “Rocking the World” para luego llamar a los presentes a buscar la felicidad hasta encontrarla con un convulso “Reach Out”.

Si bien es el mismísimo Michael Sweet la estrella de la velada, sus compañeros no se quedan atrás: ni que hablar de Robert Sweet quien, sorprendiendo a quienes le prestamos atención a los detalles, posicionó toda su batería en diagonal para que pudiésemos disfrutar de las peripecias de un baterista como pocos. “Calling On You”, una especie de balada eléctrica, se encargó de cautivarnos, para que luego las cruces plateadas (pero no precisamente de Black Sabbath, como dijera un gran cantor popular metalero) nos guiaran hacia la redención en forma de riff de “Free” y “More Than A Man”. Pero la sorpresa mayor – aquella que logró arrancarnos el lagrimón a varios – estaba a punto de llegar. Tras anunciar la próxima edición de un disco de versiones, titulado “The Covering”, estos cuatro nos volaron la cabeza con “Breaking the Law” de Judas Priest y “Piece Of Mind” de Boston. Es raro ver a una banda extranjera haciendo covers, ¿no? ¿Y si les decimos que a continuación volaron cientos de biblias desde el escenario hacia el público? Predecible o no, ¡ver eso en un recital de metal sí que es raro! Con las sagradas escrituras ya en mano, la fiesta pudo continuar, de la mano de “Always There For You”, “Open Your Eyes” y (todos unidos para) “All For Me”. Con la guitarra abandonada tras bambalinas, Michael Sweet regresó para encarar un “The Way” rematado con un sostenido que seguramente dejó a más de uno sin aliento. La bendición final antes del bis, conformado por los altamente esperados “To Hell With The Devil” y “Soldiers Under Command”. ¡Y qué Dios los bendiga, señores!


Nuestro agradecimiento a Marcela Scorca de Icarus Music por facilitarnos dos pases de prensa para cubrir este evento .

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