La potencia divina de Stryper

La potencia divina de Stryper
Publicado por Cristián Valderrama | Lunes 16 de agosto de 2010 - 5:05 horas

La segunda fue la vencida. Una de las bandas más importantes del rock y heavy metal cristiano, Stryper, se presentó por primera vez en nuestro país (luego de que se pospusiera el concierto inicialmente programado para el 26 de febrero), en el marco de sus 25 años de carrera y con su formación original, en un show muy esperado por sus fanáticos.

Cerca de las 20.30 horas, se apagan las luces del Teatro Caupolicán -que se encontraba lleno en su sector cancha y tibiamente empezaba a repletar galería-, para desatar la euforia colectiva y aparecer en escena Michael Sweet (voz y guitarra), Oz Fox (guitarra), Tim Gaines (bajo) y Robert Sweet (batería), y arrancar con “Sing-Along Song”. Sigue “Murder by pride”, sencillo que da nombre a su más reciente producción original de 2009, en la que el dueto de guitarras de Sweet y Fox se luce en las armonías.

“Es nuestra primera vez en Chile, estamos felices de estar acá”, agradece el vocalista a nombre de la banda, y continúan con “Loud N’ Clear”, tema de su primer EP de 1984, The Yelow and Black attack, seguido de 2 cortes de su primer disco, el clásico Soldiers Under Command de 1985: “The Rock that makes me roll” y “Reach Out”, verdaderos himnos del grupo. “Ustedes son lo mejor ¡Muchas gracias Santiago!, exclama Michael Sweet en español, disculpándose por no hablar mejor el idioma. “¡A ver si se saben ésta, para verlos cantar y saltar!”, agrega, para así sonar “Calling on you”.

Una de las sorpresas de la noche fue el cover de “Breaking the law”, de los británicos Judas Priest, interpretado luego de “More than justa a Man”. Excelente versión de este clásico del heavy metal, para volver al nuevo disco con “Piece of Mind” y “4 leaf clover”. Luego de ésta, la banda aparece con pequeñas biblias, las cuales arroja al público, para asombro de algunos y el regocijo de otros, acción que siempre realiza Stryper en medio de sus conciertos.

El sonido era potente y nítido en el Caupolicán, mientras interpretaban “Open your eyes” de Reborn, disco que los trajo a la vida en el nuevo milenio luego de años de separación, con una batería potente cortesía de Robert Sweet, sonado a continuación “All for one”, y ya despidiendo la primera parte del concierto con “The way”.

El público no quiere dejar ir a la banda y, entre cánticos, regresan con “To Hell with de Devil”, gran clásico de la agrupación, cantada y coreada por todos, al igual que el último corte de la noche: “Soldiers Under command” (y que con el cual por lo general, abren sus shows, pero esta vez lo dejaron para el cierre), con un Michael Sweet cantando a cappella, alentado al público, el cual lo sigue al son de la letra. Perfecto tema para cerrar una noche que quedará en la retina de muchos.

“Los amamos. Muchas gracias a todos, ¡buenas noches!”, agradece Michael Sweet, antes de abandonar el escenario. Muchos pedían “Honestly”, ya finalizado el concierto, pero lamentablemente la banda no regresó.

Una de las agrupaciones más destacadas de líricas cristianas en el rock por fin hizo posible el sueño de sus fans. Stryper demostró en vivo el porqué aún se mantiene más vigentes que nunca.