miércoles, 18 de agosto de 2010

STRYPER (TEATRO CAUPOLICAN, SANTIAGO, 15/08/2010)
















Stryper
(TEATRO CAUPOLICAN, SANTIAGO, 15/08/2010)


15 de agosto y el show que los fieles seguidores de la banda proveniente de California, Stryper, por fin se realizaba en estas tierras lejanas y sedientas, cada vez más, de buen rock en vivo.


Un marco de público que superaba las expectativas personales, ya que por lo bajo podrían haberse contado unas 3 mil almas que requerían con urgencia, el perdón y sanación de la palabra del denominado “White Metal”.


El reloj marcaba las 20:30 horas y el quinteto liderado por el gran vocalista Michael Sweet, se paraba con pachorra y aires celestiales sobre el escenario del Caupolicán, dándole la espalda a todos los que allí esperában ansiosos de lo que tenían por mostrar.

Se encienden las luces de colores y las afiladas guitarras amarillas con negro, se giraban y comenzaban a predicarnos con un show realmente impactante y potente, de principio a fin.


Todo comenzó gloriosamente poderoso con ‘Sing Along Song’, causando la euforia de los expectantes asistentes, quienes vibraron con cada acorde y letra de la banda. Luego el turno fue del que le diera el título al álbum de 2009, ‘Murder By Pride’, lo más reciente de la agrupación cristiana.


Con algunos inconvenientes en el sonido, lo que dejó notar Michael Sweet sobre el escenario en varias oportunidades al inicio del show, no tuvieron problemas para continuar sin que eso no lo notara nadie más que Sweet. Al público poco le importó aquello, ya que estaban poseídos por la crudeza y energía que el cuarteto entregaba.


‘Loud And Clear’, ‘The Rock That Makes Me Roll’ y ‘Reach Out’ fueron las siguientes tres ofrendas de rock que entregaban. Perfectamente coordinados estaban ahí Michael Sweet y Oz Fox, quiénes interpretaban magistralmente y con gran dominio, riffs de guitarras impresionantes y que sonaban fuertes. Mención aparte para el frontman, quien con mucha energía no dejaba de moverse sobre el escenario de lo que la noche del domingo fue un verdadero templo del rock, al mismo tiempo que alcanzaba tonos altísimos casi sin arrugarse. Perfectos acordes vocales, despejaban las dudas que por algún momento pude sentir, cuando se especulaba en algún video que circulaba en internet y que trataban de delatar una supuesta utilización de pistas en los coros. Quedó comprobado que la inspiración divina actúa sobre ellos y les permite lograr cosas realmente buenas.


‘Calling On You’ fue uno de los puntos altos del show, en donde los fans corearon prácticamente todo el tema y comenzaron a saltar, celebrando lo que presenciaban. No se dejó esperar ‘Free’, con tapping incluído y en movimiento sobre el escenario, por parte del gran Michael Sweet. Le siguió ‘More Than A Man’ la que dio paso a una muestra de lo que será el próximo disco de covers de Stryper, en el que ofrecieron una gran interpretación de ‘Breakin The Law’ de Judas Priest. Otro cover que entregaron fue ‘Peace Of Mind’, que también está incluido en el disco “Murder By Pride”, del año pasado.


Le seguían los acordes de ‘4 Leaf Clover’, tema que abre el reciente disco, en el que vuelven a lucirse las melodías vocales de Sweet, Oz y Gaines. Terminado este corte, uno de los momentos esperados por todos y ya clásico en la programación de los shows de la banda: el regalo de Biblias al público. Regalaron por montones pequeñas escrituras que en la tapa tenían el logo de Stryper. En el mismo momento, se puso de pié Robert Sweet, quien salió desde su batería con baquetas al por mayor y comenzó a arrojarlas al público, quienes enloquecidos intentaban conseguir un recuerdo de esa noche.


De acuerdo al set list, lo que debió venir era la conocidísima y esperada ‘Honestly’, pero, para lamento de todos, no fue interpretada, por algún motivo que desconozco. Rápidamente sonaron los acordes de ‘Open Your Eyes’, ‘All For One’ y ‘The Way’, todas maravillosamente entonadas en lo vocal y en lo musical. Entonces vino la retirada de los enviados especiales del rock and roll. El público no quería que salieran, sino que siguieran. Y es que era tal la energía desplegada sobre el escenario que ni la banda ni el público tenían tiempo al descanso. El encore estuvo a cargo de la intro ‘Abyss’ que daba paso a la clásica ‘To Hell With The Devil’. Y aquí corearon todos a rabiar.


Pero todo lo que comienza, debe terminar y el cierre estuvo a cargo de ‘Soldiers Under Command’, cerrando así 1 hora y 20 minutos de un show que nos llevaba de pronto al infierno a enseñarle al mismísimo demonio que allá arriba también se rockea y que a ratos nos elevaba al paraíso del rock and roll, deleitándonos con acordes vocales de iglesia, con guitarras perfectamente afinadas a cargo de los muy bien complementados Oz Fox y Michael Sweet, quienes se repartieron el rol de primera guitarra, cada uno en los tiempos precisos.


No hubo oración luego del show, como es de costumbre en las presentaciones de la banda. Y es que esto, independiente del mensaje que la banda quiera transmitir a través de su música, fue un espectáculo de puro heavy metal, potente, rudo y sin respiro. Un tema tras otro, como queriendo evangelizar y promover la palabra del rock and roll... como una religión más.

Sin duda alguna, luego de lo vivido el pasado 15 de agosto en el Caupolicán, hasta el rockero más ortodoxo, se convirtió a la fe de Stryper. Dios salve al rock and roll.



Fernando Parra
de chillan cityrock.com

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